Cambios, decisiones, frustraciones y alegrías

¿Cada cuando tomamos una decisión? ¿Cómo sabemos que lo que decidimos es lo mejor para nosotros?
Yo, en lo personal, no lo sé. A veces la emoción y el sentimiento me nubla la cabeza al decidir. Hay momentos donde me siento invencible, feliz, alegre, y agradecido. Pero son momentos débiles, tal vez hasta falsos.
También tenemos el otro lado de la moneda, un dia estoy en lo alto de la montaña y el otro en el pozo..

¿Hasta cuando? Mi novia dice que el cambio está en mí pero a veces no sé que tan cierto sea, que tanto depende de mi y que tanto depende de otros tratamientos.
Es un remolino en mi cabeza que me quiebra poco a poco y a quienes están a mi alrededor.

Viene diciembre y ahora no me emociona tanto.

Se me olvida

Quiero estar bien, ser una persona estable y sana, poder dejar los sentimientos a un lado para poder llevar una buena conversación pero se me olvida que estoy enfermo.

Trato de llevar una vida normal, conociendo a personas nuevas, floreciendo un sentido del humor, tratando de avanzar en mi vida, pero se me olvida que estoy enfermo.

Trato de ser una persona fuerte de emociones totalmente controladas, con una cabeza fuerte y estable, pero se me olvida que estoy enfermo.

Trato de ser independiente emocionalmente, pero se me olvida que estoy enfermo.

Estar enfermo no me justifica por no actuar bien, ¿O sí? Sea lo que sea, necesito recordarme todos los días que estoy enfermo y que seguiré estandolo por un rato. Igual y eso me aterriza.

Hola de nuevo, ya es 2016

Me tomé l libertad de regresar aquí. Es sano para llevar un control emocional y ver avances, además de preservar recuerdos. ¿Cuanto tiempo he estado sin escribir en un diario? Aproximadamente cuatro años y aún sigo pensando que escribir de vez en cuando te alivia aún que sea un poco.

¿Que no he contado aquí? Que en diciembre del 2012 empecé a andar con una de las personas más hermosas que he conocido o que conoceré en mi vida. De esta persona tan hermosa he hecho una constante batalla y sufrimiento. Han sido tres años de al fin aceptar responsabilidades y empezar a enfrentar miedos. Cosa que en mi vida había hecho. Todo esto me llevó a descubrir (o más bien a que Mariana me descubriera, yo soy muy despistado) cosas en mi cabeza. Cosas que no son muy agradables y no me permiten dar el 100% de mí.

En estos últimos tres años hemos intentado de todo para salir de ahí: libros motivacionales, una dieta sin gluten, acupuntura, terapia positiva, factores neurotropicos, y ahorita otro psiquiatra me recetó una montaña de antidepresivos. Se que esta montaña es mi solución grande. Aún así me he sentido algo decaído.

Y como me preguntó mi mamá, a quién amo con todo mi ser: ¿Y en todo esto, donde estás dejando a Dios? La verdad es que no le he puesto la atención que merece sabiendo el rol TAN importante que tiene en mi vida. Ahí hay un área de oportunidad.

¿Y que pasó con esta hermosa mujer de la que les hablé? La harté. Digo, quién no se cansaría de estar tres años con alguien deprimente e inseguro. Ayer fue año nuevo y creo que ya cortamos, no lo dejamos muy claro pero se que es inminente. Quiero que sea feliz y si yo no soy su camino a la felicidad que lo encuentre en alguien más. Dios bendiga a Mariana cada segundo de su vida. Le debo todo lo que he construido hasta ahorita.

Es hora de hacerme cargo de mis problemas y planes. A mi ritmo. Este año quiero dedicarme a buscar mi propia felicidad; Necesito buscar la felicidad en mi paz, mis acciones y mi cabeza. Este año, con el favor de Dios, será de mucho crecimiento.

Btw. Acaba de ser vísperas de navidad y sigo pensando que Chihuahua es el mejor hogar del mundo. (Hasta ahorita)

Andrei. Si lees esto recuerda Josue 1:9